Hoy he vuelto a estar de turno de mañana con Gloria para poder estrar lo máximo posible con mi tutora. Despúes de comparar un turno con otro, te das cuenta de que son totalmente diferentes, y sí que es verdad que el profesional sanitario por la mañana está con muchísima más energía que por la tarde y con más ganas de enseñar.
Gloria me propuso que llevara yo a los pacientes como si fuera la enfermera de ellos y que me encargara de todas las funciones de enfermería y que tomara la iniciativa. Toda me falta un poco de seguridad en mí misma para tomar "el toro por los cuernos" como se dice y creo que hasta que no tenga mi título esa seguridad no la tendré. Aunque me queden dos meses todavía soy una alumna y es verdad que te sientes más segura con una enfermera al lado al realizar las técnicas, pero poco a poco sentiré esa seguridad, estoy convencida.
Gloria y yo fuimos a realizar la higiene de unos de los pacientes hasta que Roberto, el celador, y Esther, la auxiliar estuvieran disponibles, ya que ellos estaban ayudando a las demás enfemeras. Yo me iba encargando del enjabonamiento mientras que Gloria iba enjuagando y secando. Mientras que realizas la higiene del paciente tienes que realizar una valoración general del estado en el que se encuentra, por ejemplo, se puede valorar la integridad de la piel o si el paciente tolera los cambios posturales en la cama.
Luego, me encargué de poner las medicaciones a los pacientes y Gloria solamente iba firmando lo que iba haciendo, dando esa seguridad que me falta ya que hacía que confiara en mí misma.
He podido notar a lo largo de la rotación el compañerismo que existe en la Unidad. Si que es verdad, que siempre te notas más apoyada por unas personas que por otras, y que algunas tienen muchas ganas de enseñar y formar a buenas enfermeras. En algunas ocasiones, si que tal vez me ha faltado ese apoyo, pero han sido muy pocas, porque en la Unidad hay grandísimos profesionales con muchas ganas de trabajar y realizar correctamente su trabajo.
He intentado en cada momento aprender de mis "errores", los cuales me iban corrigiendo las enfermeras e incluso las axiliares, que me han enseñado mucho, en especial Esther, que desde el primer día me ayudó a integrarme en la Unidad. Puedo decir que me llevo compañeros con los que me gustaría trabajar el día de mañana y a los que se les nota a leguas, la devoción que tiene en su trabajo...
He tenido la oportunidad de irme acercando a los familiares de mis paciente y he conseguido que me consideren una más del equipo preguntándome las dudas que tenían. A veces, no sabía que contestar porque me ponían en un compromiso ya que eran preguntas que correspondían al intensivista y solamente les podía decir: "Yo os ayudo en las dudas relacionadas con los cuidados de enfermería. No os puedo proporcionar información médica. Lo siento". Es una situación incómoda porque tal vez piensan que no les quieres ayudar; sin embargo, no se puede responder otra cosa, y siempre con educación.
El tiempo pasa volando y apenas me he dado cuenta de que ya han pasado casi 8 semanas y que se acaba mi rotación por la UCC. Me voy con la satisfacción de que he aprendido muchas cosas y que he podido comprender términos que con anterioridad no comprendí con la teoría. Es una gran rotación para aprender cosas nuevas y formarte como enfermera.
Luego, me encargué de poner las medicaciones a los pacientes y Gloria solamente iba firmando lo que iba haciendo, dando esa seguridad que me falta ya que hacía que confiara en mí misma.
He podido notar a lo largo de la rotación el compañerismo que existe en la Unidad. Si que es verdad, que siempre te notas más apoyada por unas personas que por otras, y que algunas tienen muchas ganas de enseñar y formar a buenas enfermeras. En algunas ocasiones, si que tal vez me ha faltado ese apoyo, pero han sido muy pocas, porque en la Unidad hay grandísimos profesionales con muchas ganas de trabajar y realizar correctamente su trabajo.
He intentado en cada momento aprender de mis "errores", los cuales me iban corrigiendo las enfermeras e incluso las axiliares, que me han enseñado mucho, en especial Esther, que desde el primer día me ayudó a integrarme en la Unidad. Puedo decir que me llevo compañeros con los que me gustaría trabajar el día de mañana y a los que se les nota a leguas, la devoción que tiene en su trabajo...
He tenido la oportunidad de irme acercando a los familiares de mis paciente y he conseguido que me consideren una más del equipo preguntándome las dudas que tenían. A veces, no sabía que contestar porque me ponían en un compromiso ya que eran preguntas que correspondían al intensivista y solamente les podía decir: "Yo os ayudo en las dudas relacionadas con los cuidados de enfermería. No os puedo proporcionar información médica. Lo siento". Es una situación incómoda porque tal vez piensan que no les quieres ayudar; sin embargo, no se puede responder otra cosa, y siempre con educación.
El tiempo pasa volando y apenas me he dado cuenta de que ya han pasado casi 8 semanas y que se acaba mi rotación por la UCC. Me voy con la satisfacción de que he aprendido muchas cosas y que he podido comprender términos que con anterioridad no comprendí con la teoría. Es una gran rotación para aprender cosas nuevas y formarte como enfermera.
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