En cualquier profesión tienes que tener muy claro cual es tu responsabilidad y qué debes o no debes hacer. Sin embargo, yo creo que todo el ámbito sanitario tiene una responsabilidad extra, como un plus, ya que trabajamos con la vida de las personas y de nosotros depende muchas veces que se curen o no, dependiendo de los cuidados que les proporcionemos.
Por ello se debe evitar cometer incidencias ya que nos puede alejar de la mejoría o el progreso de un paciente.
Tal vez, el tener el rotatorio por la UCC me ha hecho darme cuenta de la importancia de trabajar con los cinco sentidos cada minuto del turno, tanto tú como el compañero que trabaja contigo.
El saber reconocer una PCR a tiempo nos puede eviar intubar a un paciente, solamente vigilando los valores que nos muestra el monitor o los signos y síntomas que presente el paciente.
También he visto como una rápida actuación del equipo profesional al completo (intensivista, enfermeras, auxilares y celador) puede salvar la vida a alguien. No se duda en ese momento, simplente se actúa, sin miedo y plenamente seguros de lo que se hace.
Algo que se debe tener siempre en cuenta es la comprobación de la medicación del paciente. Para ello existe "la regla del 5" en la cual, ante de administrar el fármaco, se debe comprobar: nombre del paciente, hora de adminsitración, vía de administración, dosis correcta y que el fármaco sea el adecuado. Un descuido en uno de estos pasos, nos puede llevar a que el paciente si es alérgico a un fármaco entre en un shock anafiláctico, lo que le puede llevar, a una PCR.
Además, muchos de los cuidados que proporcionamos las enfermeras son dirigidos al paciente; sin embargo, alguno de ellos también los guardamos para los familiares de los pacientes. Muchas veces el escucharles activamente y resolverles las dudas que tienen, les puede evitar el sentirse inquietos por no saber con claridad cual es el estado de salud de madre, padre, abuela....Aquí tenemos que ser empáticos ("ponerse en el lugar tanto del paciente como del familiar") y pensar que a nosotros también nos puede pasar. Una simple sonrisa hacia el familiar o el paciente puede subir el estado de ánimo, e incluso, a ti como enfermera/o te hará sentir que realizas bien tu trabajo, que haces que otra persona se sienta bien y que se siente agusto contigo.
A lo largo de la carrera profesional un enfermero/a debe realizar curso de formación para renovar sus conocimientos y adquirir otros nuevos. Eso es importante, no lo voy a negar. Sin embargo, esta profesión no implica solamente eso, sino que también te formas como persona y vas adquiriendo habilidades de comunicación y aprendes a ponerlas en prácticas en situaciones, que nunca imaginarías. Te vas enriqueciendo personalmente y aprendes a tratar a las personas a las que cuidas como a ti te gustaría, si estuvieras en su lugar.
Es un camino muy largo y vocacional por eso debes ir CRECIENDO como persona y como profesional.
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