miércoles, 3 de abril de 2013

La vuelta de las vacaciones

Despúes de 10 días de vacaciones, el primer día se hace eterno y parece que andas otra vez como si fuera el primer día de las prácticas, un poco perdida. Sin embargo, mientras que van pasando las horas de tu turno, te das cuenta que no se te ha olvidado nada, que solamente tienes que volver a la "rutina" de las prácticas.
Hoy ha sido un día muy tranquilo. He tenido la oportunidad de llevar a uno de los pacientes que ingresé, ya que todavía se encontraba en la unidad. También, me he llevado una alegría al ver que el paciente del Box 5 no estaba allí y por fin le habían dado el alta médica (espero que todo le vaya fenomenal porque con él he podido aprender cosas para relacionarme mejor con los pacientes).
Pensé que iba a ser una tarde en la que sucediera nada interesante pero sin esperarlo pude ver como realizaban una colonoscopia a uno de los pacientes, ya que éste había sufrido una gran hemorragia durante el turno de noche que no sabían de dónde procedía.
La colonoscopia es un procedimiento que permite examinar visualmente el interior del intestino. Para ello, se introduce por el ano un tubo flexibe de fibra óptica que proyecta la imagen en un monitor. Para realizar esta prueba se necesita que el paciente firme el consentimiento informado.
Para que el paciente no se sienta incómodo, se le sedará, en este caso, se utilizó Midazolam, Propofol y Fentanilo. Se le iba introduciendo poco a poco cuando el intensivista lo veía adecuado.
La posición que adopta el paciente es tumbado en decúbito lateral izquierdo con las rodillas flexionadas hacia el tórax. Una vez que la médica había introducido el colonoscopio pudimos observar la gran cantidad de sangre que había acumulada en el intestino. Por ello, para tener una mejor visualización de las paredes de éste, la médica succionó para retirar el líquido. De esta forma, también pudo succionar las heces que estaban pegadas en las paredes, que retiraba mediante chorros de agua. La médica no pudo encontrar el lugar de sangrado, las únicas conclusiones que obtuvo fue que el sangrado no procedía de la zona que se encontraba por encima de la válvula (comentario que realizaron tanto el intensivista como ella) y que podía estar en el colon derecho. Por lo menos, así si el paciente sufriera otra hemorragia como la que sufrió la noche anterior, se le podría llevar a quirófano y los cirujanos tendrían una idea aproximada de por donde comenzar a buscar la hemorragia.
Es llamativo como una simple prueba puede solucionar los problemas que se nos presentan en un momento dado.
Después de observar la colonoscopia, los intensivistas tuvieron que canalizar dos vías centrales a dos pacientes distintos. La diferencia que puede observar de otras veces que han canalizado una vía, es que esta vez han utilizado un ecógrafo para asegurarse que en donde iban a pichar era el lugar correcto.
Ya me queda menos de acabar este rotatorio y quiero aprovechar cada momento en la unidad para aprender cosas nuevas y captar lo bueno de cada enfermera que trabaja en la unidad.
 
 

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